Nutricionista recomienda a los padres fijarse en la higiene y alimentación de los jardines infantiles

La alimentación

Un factor importante, advierte la especialista, es el régimen de alimentación con el que cuenta dicho establecimiento. “Algunos operan con las comidas que los mismos padres  mandan a sus hijos  y otras  son otorgados  por el propio jardín, de ser así se debe pedir visitar la cocina, ver que el refrigerador donde guardan los alimentos de baja perecibilidad esté limpio y en buenas condiciones”, añade.

Además, recomienda verificar si el recinto cuenta con asesoría de nutricionista, para la evaluación nutricional, supervisión  de las  preparaciones de mamaderas y comidas, planificación de la alimentación  de los  niños con cálculo de aportes  y  adecuación según las  recomendaciones  por grupo etario. “Si puede visitar la cocina y lugar de preparación de mamaderas, hágalo sin previo aviso”, subraya.

La académica concluye solicitar la minuta de almuerzo y colaciones, la cual debe llevar el timbre de la nutricionista que asesora al jardín. “En el caso de sala cuna, se tiene que contar con un lugar especial de preparación de fórmulas lácteas, que debe contar con pisos y muros lisos (baldosas), de fácil limpieza, lavables, resistente a corrosión con esquinas y ángulos  redondeados, de color claro, idealmente blanco. Mesones y repisas deben ser de acero inoxidable y el refrigerador operativo, limpio y exclusivo para mamaderas”, dice.

Otros aspectos que se debe verificar son: Si existe suficiente espacio de esparcimiento para que los pequeños corran y jueguen.  Patios abiertos  o techados, pensando en el verano o en el invierno; un sistema de seguridad en la entrada y salida de los menores; y si fumigan, desinfectan y desratizan mensualmente los espacios, generalmente las empresas dejan registrado en muros con papel adhesivo las fechas del período fiscalizado.